sábado, 4 de abril de 2009

¿Cómo percibimos la función del tutor?

Cuando comencé con las actividades de tutoría en línea me surgieron varias dudas, entre ellas me preguntaba ¿cómo sería el trabajo, la relación con los compañeros, los contenidos?; de ahí surgían algunas preocupaciones de lo que me tocaba hacer, sobre todo si se me presentaba un problema, ¿cómo manejaría las dificultades?, realmente me daba una sensación entre miedo, expectación y deseos de que ya comenzará.

Si bien tenía estas sensaciones, me tranquilizaba el pensar que había recibido una preparación que me ayudaría en mi trabajo con nuestros compañeros, personas expertas en su quehacer, con diferentes personalidades, con puntos de vista diversos, independientes y profesionales. Además de lo anterior, tenía presente que un asesor iba ha estar apoyándome en mi desempeño (puedo decir que fui muy afortunada porque siempre estuvo ahí desde el principio).

Ya en la práctica, cuando comenzó todo, las situaciones particulares de los grupos a mi cargo me obligaron a definir estrategias distintas de como las había planeado, aunque la esencia persistió.

La mayoría de los compañeros poco a poco respondieron. Esas respuestas me dieron certeza de que no iba mal, pero definitivamente lo que tenía planeado para implementar se quedo chiquito cuando afronte las diversas situaciones, aunque de no haber estado preparada, no sé como hubiera llegado al final o si hubiera llegado.

De la experiencia que tuve sobresale la certeza de cuan importante es conocer las inquietudes, temores, intereses y gustos de nuestros compañeros; ahí quedo plasmada y constatada la importancia del propedéutico y de las primeras semanas de trabajo.

En las siguientes semanas se reafirmó la importancia de considerar que cada estudiante es una persona individual con características distintas por lo cual hay que darles un tratamiento individualizado, me parece que esta modalidad educativa lo permite.

Por otro lado creo que no hay que dejar de comunicarse con el alumno, orientarlo para que tome la mejor decisión respecto a sus actividades, no se trata de modificar su manera de trabajar, sino que a través de sus fortalezas y debilidades detectadas, debemos apoyarlos para que salven los obstáculos que se les presenten; para lograr esto el primer paso es la escucha atenta a lo que se dice y lo que no; es necesario aprender a leer entre líneas.

También es necesario tener confianza en ellos y hacérselos saber; creo que una palabra puede cambiar una actitud de manera increíble. Y bueno, eso de las palabras de ánimo creo que se complementan con las palabras que no son tan cómodas de decir, pero que son necesarias, sin esa sinceridad a veces la persona no avanza, la clave quizá sea el cómo de dice y sobre todo que ellos sepan por qué y para qué les va a servir ese tipo de retroalimentación.

A partir de esta experiencia, puedo mencionar que algunas tareas como tutores virtuales podrían ser:

Apoyar al estudiante dentro y fuera del grupo, el respeto y la paciencia aquí son fundamentales, sobre todo con quienes no han tenido mucho acercamiento con la tecnología.

Orientar al estudiante con todas las actividades a desarrollar, pero también, ofrecer situaciones formativas en las que él también vaya siendo autónomo de tal manera que, al final sea capaz de avanzar por su propia cuenta.

Centrar el trabajo realizado en los puntos y contenidos propuestos en el programa, con el ánimo de alcanzar los objetivos propuestos.

Contribuir a mejorar en cada momento la comunicación e interacción grupal, respondiendo a las preguntas, inquietudes, y formulándoles cuestionamientos que pongan en juego sus competencias y su experiencia.

Consultar y no perder la comunicación con nuestros asesores, compañeros tutores y todo el personal académico, administrativo y tecnológico que dan soporte a nuestro quehacer diario.

Contribuir a generar una atmósfera de colaboración, respeto y confianza en todo momento.

Promover y aplicar las normas de funcionamiento del proceso formativo desde un inicio y cada que sea necesario.

Creo que estas tareas nos impelen preparación para mejorar la capacidad de diálogo, la visión crítica y analítica, las situaciones de proactividad y por supuesto, la revisión de nuestro quehacer en diferentes momentos del desarrollo de las actividades.

1 comentario:

  1. Marthita:
    La verdad me da gusto leer tu articulo sobre la función del tutor porque deja ver tu profesionalismo como siempre.
    Sabes en lo personal he participado en dos diplomados en línea y muy pocos tutores han cubierto mis expectativas, ya que la retroalimentación que dan sobre las tareas es muy importante para mejorar nuestra labor.
    El que te digan fue un buen trabajo no dice nada si no te hacen una crítica propositiva, siempre se puede mejorar algo o rescatar algo positivo del propio trabajo.
    Por eso te felicito por todo lo que dices, ahí se ve la calidad y compromiso de tu trabajo.
    En lo particular aprendí mucho de ti y estoy segura que tendrás éxito.

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